Las recompensas son la clave del éxito del adiestramiento canino, sobre todo en lo que se refiere a la retirada. Su perro sólo le seguirá de forma fiable si se le ofrece una alternativa gratificante a su actividad actual. A menudo no basta con utilizar cualquier golosina, sino que la recompensa debe ser atractiva y estar orientada a sus necesidades.
¿Qué es la recompensa orientada a las necesidades?
Al igual que nosotros, los humanos, los perros tienen aficiones y preferencias. Les gusta cavar, cazar, marcar o jugar con otros perros. Si le pide a su perro que abandone esa afición porque le está llamando, la recompensa debe ser tan emocionante como lo que está haciendo. Esto se denomina recompensa orientada a la necesidad. Un perro motivado por la caza suele responder mejor a un chupete o a un juego de tira y afloja que a una golosina normal.
Reforzadores funcionales: recompensas que realmente cuentan
Los reforzadores funcionales son recompensas que reflejan la necesidad de su perro en la situación correspondiente. Por ejemplo: Si a su perro le gusta perseguir, puede recompensarle con un juguete arrojadizo que satisfaga su necesidad de movimiento. El truco está en elegir una recompensa que sirva como sustituto del comportamiento no deseado. Estos refuerzos ayudan a aumentar la motivación del perro y le hacen ver que vale la pena hacer caso a sus llamadas.